El dolor abdominal es común en el embarazo. La mayoría de las veces no causa daño. Hay muchas causas de dolor abdominal. Algunas causas son más serias que otras y algunas veces se desconoce la causa.
El dolor abdominal puede ser una señal de que algo anda muy mal con el embarazo o puede que el dolor no tenga nada que ver con el embarazo. Siempre informe a su proveedor de atención médica si tiene dolor abdominal.
Los cambios fisiológicos durante el embarazo pueden causar síntomas abdominales que incluyen náuseas, emesis, saciedad temprana, distensión abdominal, pirosis y molestias abdominales. Los trastornos graves que producen estos síntomas pueden, por lo tanto, ser difíciles de distinguir de los cambios fisiológicos durante el embarazo. Los síntomas significativos no deben descartarse como normales durante el embarazo sin un historial cuidadoso, un examen físico y una evaluación adecuada.
Ocasionalmente, el paciente no conoce el embarazo o no es revelado al médico, particularmente en el embarazo temprano, cuando no hay hallazgos físicos. El médico debe estar atento a posibles embarazos en una mujer fértil con síntomas abdominales, particularmente en el contexto de la menstruación perdida, porque el embarazo afecta el diagnóstico diferencial, la evaluación clínica y el modo de terapia.
Las pruebas de embarazo deben realizarse al principio de la evaluación de los síntomas abdominales significativos en esta situación. El diagnóstico diferencial del dolor abdominal durante el embarazo es extenso, ya que incluye condiciones obstétricas además de las condiciones habituales del aparato digestivo y otras condiciones intraabdominales en la población general.
El dolor abdominal se localiza típicamente en el cuadrante abdominal en el que se encuentra el órgano afectado. Esta regla general tiene excepciones ocasionales en pacientes no embarazadas debido al dolor referido de regiones cercanas, pero tiene excepciones más frecuentes durante el embarazo debido al desplazamiento de las vísceras por el crecimiento del útero grávido y el dolor referido o pobremente localizado debido a condiciones obstétricas.
La incomodidad abdominal sin otros síntomas o signos puede deberse a un agrandamiento del útero, a la presión fetal contra los órganos adyacentes y a las contracciones uterinas de Braxton-Hicks asociadas con el embarazo normal.
Dolor de hígado en el embarazo
Además, también es frecuente que una mujer embarazada tenga dolor en el hígado por enfermedades hepáticas durante el embarazo (hígado graso agudo, hepatitis vírica aguda, toxicidad hepática por fármacos, cálculos biliares, colestasis intrahepática del embarazo, preeclampsia y síndrome de HELLP, entre otros).
Si se trata de un dolor persistente o que aumenta progresivamente es recomendable pedir una cita con su médico o ginecólogo para iniciar un tratamiento lo antes posible y evitar complicaciones.
Siga estas instrucciones en casa:
- No tenga relaciones sexuales ni ponga nada en su vagina hasta que sus síntomas desaparezcan por completo.
- Cuida tu dolor abdominal por cualquier cambio.
- Descansa lo suficiente hasta que tu dolor mejore.
- Beba suficiente líquido para mantener su orina clara o de color amarillo pálido.
- Tome medicamentos de venta libre o recetados solo según las indicaciones de su proveedor de atención médica.
- Mantenga todas las visitas de seguimiento según lo indique su proveedor de atención médica. ¡ Muy importante!
Obtenga ayuda de inmediato si:
- Está sangrando, goteando líquido o le salen pedazos de tejido de la vagina.
- Tienes más dolor o calambres.
- Sigues vomitando.
- Tiene dolor al orinar o tiene sangre en su orina.
- Tienes fiebre.
- No sientes que tu bebé se mueva tanto.
- Te sientes muy débil o tienes ganas de desmayarte.
- Tiene dificultad para respirar, con o sin dolor de barriga.
- Tienes un dolor de cabeza muy fuerte y dolor de barriga.
- Tiene líquido que se escapa de su vagina y dolor abdominal.
- Sigues teniendo caca acuosa (diarrea).
- Su dolor de vientre no desaparece después de descansar, o el dolor empeora.